El hombre me tenía preocupado, tanto que ya evitaba estar solo con él. Me daba un abrazo por lo menos cinco veces al día, recostaba su cabeza en mi hombro cada vez que venía a mi escritorio y un día me pregunto, que si lo extrañe durante el fin de semana.
Ya la situación había pasado a ser de muestras de amistad, a hacerme pensar que al tipo le gustaba plantarse en veinte uñas para que otros practicaran con él, las mil y una posiciones del kamasutra. Su obsesión a ser un tipo agradable, me hacía sentir bien incómodo, pues yo no soy un tipo pegajoso, ni me gusta lo sean conmigo. No sabía como explicarle que el exceso de cariño es poco agradable. Me prendía más cuando le contaba a mi esposa de mi desdicha y ésta lo cogía a vacilón y me acusaba de antisocial.
Un día otro compañero koreano, vio al aspirante a marido, retozando en mi hombro y nos dijo vacilando (eso quiero seguir creyendo) que el muchachón estaba enamorado de mí, a lo que yo rápidamente le repliqué también riédome, que a mi sólo me gustaban las mujeres, sin importar tamaño, raza ni color. Cosa de dejar los puntos claros. Dentro del vacilón, aproveché y le pregunté (también riéndome) a mi aspirante a cupido si era Gay. De ahi pa' lante, le empecé a hablar de lo sabrosa que estaba cuanta mujer veía, aprendí par de palabras como go-sha ( que significa impotente), choek-se (pajaro hablador) y le daba consejos (todos inventos, porque admito que yo era pésimo enamorando mujeres) en como hacer que una mujer se interesara en él.
Hace par de días me dijo en secreto que sus padres y el de unos amigos de éstos, habían arreglado una cita a ciegas entre la hija de ellos y él, a celebrarse durante el fin de semana. El hombre tuvo por lo menos cinco citas ciegas durante los pasados nueve meses de gestación, para que al fin se diera este alumbramiento. De hecho, según me cuenta Mr. Sim las citas ciegas son una manera de conseguir una relación seria con el fin de llegar al matrimonio. Otra forma son los arreglos de casamientos por lo padres (aunque ya no tan popular, algunos lo siguen intentando). La cosa es que llegó el lunes con la gran noticia de que ya tenía novia, "my friend" así como lo oyes. Eso fue un flechazo directo al órgano reponsable de que la yuca se ponga dura y lista para el momento del enterramiento. Luego de una café y un postre por la irrisoria cantidad de veinticinco dólares, más tres horas de conversación por teléfono, la chica le dió el sí. Sólo eso, porque aqui el horror de la virginidad todavía se práctica (ahhh, que aburridos son). Osea, que la espera para que él pueda enterrar la yuca legalmente, será de al menos un año. Con razón siempre esta hiperactivo. Yo le pregunté que si la cosa era tan rápido, pues ya esta hablando de boda y la suegra quiere soltarle el paquete desde ya. Imagino la urgencia de sus respectivos padres, pues el tiene 37 años y ella 34.
Mi esposa fue debidamente advertida de la costumbre koreana y ya me envió flores y chocolates, las que pase por la oficina ante la envidia de las empleadas Koreanas.
Lo único que olvidé fue ir al trabajo vestido de rojo pasión y zapatos blancos.